A través de la emulación y la competencia entre Patrullas se tiene un espíritu de patrulla que es eminentemente satisfactorio, ya que eleva el espíritu entre los muchachos y desarrolla más altos niveles de eficacia. Con el espíritu apropiado entre las diferentes Patrullas, se desarrolla en espíritu de equipo, y cada muchacho de la Patrulla se da cuante de que él mismo es una unidad responsable y que el honor de su grupo, depende en algún grado de su propia eficacia al jugar el juego.
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